TERAPIA FACIAL
Cuando el estrés impacta en nuestro rostro, afecta especialmente a nuestra piel, mandíbula, ojos, labios, cuello… Si tomamos conciencia de cuáles son los patrones predominantes de tensión a los que está sometida nuestra cara (fruncir el ceño, arquear las cejas, apretar los labios o los dientes, etc) podemos darnos cuenta cómo afectan esos movimientos inconscientes a la cara y al cráneo, provocando rigidez, tensión, dolor y envejecimiento y arrugas.
Con el trabajo Facial podemos prevenir y mejorar patologías importantes como:
· Dolor de cabeza
· Sinusitis
· Problemas de la mandíbula (ATM) como el Bruxismo
· Arrugas/flacidez en la piel
· Fatiga ocular

